Olor a nicotina mesas cojas, comandas de tequila luces rojas; tertulias que se olvidan cuando llega la maldita resaca. Meseras con billetes en la blusa, trincheras de una luz semi difusa; que les quita la cara a los que esconden secretos personales. El bar es un hotel de medio pelo, que le cura el desconsuelo; a los que no saben que hacer con el desvelo, como yo. Papeles por de bajo de la mesa, cócteles que te alivian la tristeza; canciones como dagas en el pecho de la melancolía. Historias que no van a ningún lado, glorias de un pasado tan pasado; y mis sueños merodeando suicidados en la vieja tarima.
25/6/08
Bar
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